El cartílago hialino, ubicado en la superficie de las articulaciones, es un tejido importante para el soporte de peso; sin embargo, debido a su falta de vascularización y a que no tiene terminales nerviosas [1]su habilidad regenerativa es deficiente.
Los tratamientos tradicionales, basados en síntomas y manejo del dolor, no presentan una regeneración de la articulación dañada, y en el remoto caso de tenerlo, es en forma de tejido cartilaginoso fibroso, diferente al cartílago hialino natural.
Por el contrario, el tratamiento con células madre mesenquimales (MSCs), por su habilidad de diferenciación direccionada, permite inhibir la secreción de factores inflamatorios y emular las propiedades de los condrocitos. Es así como forman cartílago hialino típico y presentan mejor control de los síntomas comparado con los tratamientos convencionales [2].
Algunas de las ventajas que presenta el tratamiento articular con MSCs son: rápida proliferación, expansión eficiente y gran potencial de diferenciación, incluso después de múltiples pases in vitro, junto con una buena coexistencia a largo plazo en el receptor [3], [4], [5]. Sin embargo, esta contribución a la regeneración no solo se da por la diferenciación a condrocitos, sino que también por su efecto paracrino [6].
La inyección intraarticular de MSCs no solo reduce el riesgo al rechazo y/o transmisión de enfermedades, esto por su efecto en la polarización de macrófagos y en la diferenciación de células secretoras de anticuerpos; sino que, además, participan en la regulación inmune local, reprimiendo la maduración de células dendríticas y la proliferación de linfocitos T [7].
La localización del daño para el traslado al sitio de afección es dada por la habilidad de homing de las células madre. Esto les permite migrar al cartílago isquémico y sitios afectados para repararlos a través de la secreción de factores de crecimiento, citocinas y matriz extracelular [8].
Por sus habilidades regenerativas, las células madres se han utilizado ampliamente en aplicaciones que van desde la cirugía ortopédica [9] hasta enfermedades crónicas como artritis, particularmente osteoartritis [10].
Existen múltiples estudios [11], [12], [13] donde el uso de las células madre a través de inyección intraarticular ha mostrado una reducción en dolor y mejora en función, además de reducir los defectos en cartílago, estos resultados fueron comprobados a través de resonancias magnéticas (MRI) constantes.
Además, los estudios de seguimiento a dos años, entre ellos artroscopías, demostraron alta eficacia y seguridad sin presencia de efectos adversos en ninguno de los casos. Con esto se propone que una mayor presencia de células madre puede resultar en un mejor resultado para la regeneración de cartílago [14].
A lo largo de este artículo se ha presentado evidencia de los beneficios actuales de aplicación intraarticular de células madre mesenquimales, pero su futuro es aún más prometedor [15]. Ejemplo de esto son los resultados presentados por la Universidad de Columbia en 2023, en donde se propone a la osteoartritis como una enfermedad de desbalance de células madre, en lugar de una enfermedad de desgaste, como se ha conocido hasta ahora.
Esto quiere decir que la aplicación de células madre no solo regenera el daño, sino que también actúa como tratamiento preventivo [16]. Si quiere conocer más información de la aplicación articular de células madre, no dude pedir informes sobre Biounity Artro en nuestras diferentes presentaciones.