Las enfermedades hepáticas abarcan una variedad de trastornos que afectan la función del hígado, desde la esteatosis hepática hasta la cirrosis. Estas condiciones pueden ser causadas por diversos factores, como el consumo excesivo de alcohol, la hepatitis viral, las enfermedades metabólicas y los trastornos autoinmunes. Si no se tratan adecuadamente, las enfermedades hepáticas pueden provocar daño hepático irreversible y complicaciones graves, como insuficiencia hepática y cáncer de hígado.
Las células troncales mesenquimales (CTM) han surgido como una opción terapéutica prometedora para el tratamiento de las enfermedades hepáticas. Estas células tienen la capacidad de diferenciarse en células hepáticas funcionales, conocidas como hepatocitos, y de secretar factores de crecimiento y antiinflamatorios que promueven la regeneración del tejido hepático y reducen la inflamación.
La administración de CTM, ya sea por vía intravenosa, con dosis desde 2 millones por kilogramo de peso, o directamente en el área del hígado, puede ayudar a mejorar la función hepática, reducir la fibrosis hepática y prevenir la progresión de la enfermedad hepática. Además, las CTM tienen propiedades antioxidantes que pueden proteger contra el daño oxidativo en el hígado y mejorar la salud hepática en general.
Estudios preclínicos y clínicos han demostrado que el tratamiento con CTM puede mejorar la función hepática, reducir la fibrosis hepática y prevenir la progresión de la enfermedad hepática en pacientes con diversas enfermedades hepáticas. Estos hallazgos respaldan el potencial de las CTM como una terapia prometedora para abordar una amplia gama de enfermedades hepáticas y mejorar los resultados clínicos en estos pacientes.
Referencias: